5 claves para mejorar las habilidades de comunicación y expresarte mejor en público
Las habilidades de comunicación son determinantes a la hora de relacionarnos. A pesar de que un amplio número de personas consideran que hablar bien en público o en entornos laborales es un don, lo cierto es que es algo que se adquiere a través del aprendizaje.
La práctica de determinadas pautas ayuda a ganar confianza y seguridad en nosotros mismos. Eso es lo que, al final, facilita que seamos capaces de transmitir un mensaje con naturalidad y capacidad de convencimiento.
Si te gustaría conocer cómo desarrollar tus habilidades comunicativas, sigue estos consejos o inscríbete a curso presencial de habilidades de comunicación.
Tips para mejorar nuestras habilidades de comunicación en público
Escucha activa. Puede parecer evidente, pero escuchar a nuestro interlocutor no es tan sencillo como se aparece. Tampoco es lo más habitual. La primera fase para mejorar nuestra manera de comunicarnos pasa por prestar atención a lo que nuestros entornos nos dice, cómo nos habla, qué lenguaje corporal usa. Posteriormente podemos practicar frente a un espejo para fijarnos en cómo nos movemos al hablar, nuestra postura, qué hacemos con las manos, hacia dónde dirigimos la mirada, etcétera. Llega a ser avergonzante, nos podemos sentir ridículos incluso, pero solo ocurre por la falta de costumbre de hacerlo. Otra manera de practicar es grabándonos en vídeo para visionar posteriormente el material y sobre eso detectar ámbitos de mejora.
Tener claro nuestro mensaje. Trabaja qué es lo que vas a decir en la reunión o ponencia en la que estás trabajando. Incluso en televisión, que son profesionales, llevan cada línea del guion escrita. No esperes ser un comunicador a ese nivel de forma espontánea. Apóyate en un power point o documentos escritos cuando sea necesario.
Lenguaje no verbal. Cuando nos comunicamos no solo es importante el mensaje, también el qué transmitimos con nuestro cuerpo, postura, manos, expresiones faciales. Con los nervios tendemos a ponernos serios o fruncir el entrecejo. Gestos que no ayudan a empatizar con la audiencia o pueden dar lugar a malos entendidos. Asimismo, la energía con la que hablamos o cómo modulamos la voz también son determinantes en la manera en que nuestro interlocutor recibe el mensaje.
Lee a menudo. Con el exceso de comunicación que nos rodea, hemos perdido la costumbre de leer de forma pausada y comprendiendo cada párrafo. De hecho, la lectura en diagonal se ha convertido en protagonista en nuestro día a día. Pero solo con lectura consciente podremos ampliar nuestro vocabulario y conocimientos, que también son importantes a la hora de expresarnos.
Fórmate para sentirte mejor. Estas habilidades no llegarán de la noche a la mano, sino que son la respuesta a nuestro trabajo y esfuerzo. No dudes en recurrir a ayuda profesional o a un curso presencial de habilidades de comunicación donde trabajar con un profesor.