Así cambió el mundo Daniel Goleman con su libro Inteligencia Emocional

Corría el año 1995 cuando el psicólogo y escritor Daniel Goleman publicaba su best seller, “Inteligencia Emocional”. Han transcurrido 24 años desde entonces y no podemos negar cómo ha cambiado la forma en la que gestionamos las emociones y han cobrado relevancia términos como empatía o asertividad.

Durante estas dos décadas se han vendido más de cinco millones de ejemplares y la inteligencia emocional es un tema indiscutible en la educación desde la más temprana infancia.

De hecho, Canarias fue la primera comunidad en incluir la inteligencia emocional como materia obligatoria en los colegios y, desde 2014, los niños reciben una hora y media semanal de formación en este campo.

También es habitual encontrar desde un curso online sobre Inteligencia Emocional hasta talleres formativos para niños y familia en centros psicológicos.

Un argumento más si eres educador, psicólogo o profesor para ampliar tus conocimientos en esta área y aprovecharte de sus oportunidades laborales.

Qué podemos aprender en un curso sobre inteligencia emocional según Daniel Goleman

El poder de las emociones. Con Goleman aprendimos lo importante que son las emociones y su expresión. A día de hoy sigue siendo una tarea pendiente para gran parte de la población aunque es aceptado que el dolor, la tristeza o el llanto forman parte de la vida de la misma manera que la ocupan emociones positivas.

No solo tenemos inteligencia racional. Es uno de sus conceptos más revolucionarios. Hasta entonces el término inteligencia solo se relacionaba con la capacidad de memorizar y procesar información, como si de un algoritmo o un hecho científico se tratase. Pero Goleman ha demostrado que la parte emocional de esa inteligencia cobra un papel importante en nuestras vidas. “Todos nosotros tenemos dos mentes, una mente que piensa y otra mente que siente, y estas dos formas fundamentales de conocimiento interactúan para construir nuestra vida mental”, acuña el autor.

La inteligencia emocional influye en la salud. Conocernos, contar con habilidades para resolver las dificultades que nos depara la vida, sabernos levantar tras los fracasos… todo ello influye en nuestro estado anímico y directamente en nuestra salud. La gestión de emociones disminuye las tasas de ansiedad y depresión. Y el aprender a gestionar los fracasos es una habilidad que nos acompaña durante toda la vida y nos la cambia para siempre.

Influye en el éxito académico. Según Goleman, el buen desempeño de un pequeño en la edad escolar depende de uno de los conocimientos más básicos. Hablamos de cómo aprender. Según el escritor americano, hay determinados elementos relacionados con la inteligencia emocional que determinan cómo adquirimos conocimiento: confianza en nosotros mismos y en los demás, nuestra curiosidad, la intención con la que hacemos las cosas, el autocontrol, cómo conectamos con otras personas y el entorno y, por último, nuestras habilidades para comunicarnos.

Herramientas de coaching, cursos sobre liderazgo, gamificación en el aprendizaje… son muchas las nuevas fórmulas de enseñanza que hoy día nos conectan racional y emocionalmente. Descubre cómo profundizar en ellas y mejorar en tu día a día aprendiendo sobre inteligencia emocional.