Principales aspectos a tener en cuenta en un balance de cuentas empresarial
La finalización del año implica que las empresas hagan frente a toda una serie de obligaciones, como la presentación de las cuentas anuales. Este documento es importante por dos motivos: nos ayuda a conocer la situación financiera de la compañía y es un ejercicio de transparencia de cara al exterior.
En este sentido, un curso sobre balances de cuentas empresarial será de gran valor para introducirse en la metodología contable y en las aplicaciones informáticas pertinentes. Los objetivos de esta formación pueden resumirse en los siguientes tres puntos: aprender cómo se elaboran las cuentas anuales y la contabilidad personal; comprender los procesos de financiación; y conocer los procesos vinculados con el análisis contable.
Las cuentas anuales recopilan información financiera imprescindible para tomar decisiones económicas. También podemos englobar dentro de este grupo otros documentos de diferente tipología: cuentas de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto, el estado de flujos de efectivo o la memoria del año natural.
Está claro que estos documentos son de suma importancia para la salud y el porvenir de una empresa. Por este motivo, es necesario elaborar balances de cuentas eficaces para favorecer la toma de decisiones más acertadas para el desarrollo económico de una empresa.
Los 10 consejos para un balance de cuentas empresarial
- La recopilación de la información en un balance de cuentas debe ser clara, certera y neutral. Asimismo, es necesario que se pueda comparar con otros periodos de la misma empresa.
- Se debe proceder al registro de los activos corrientes, como los importes en cajas, los bancos, las cuentas por cobrar o los inventarios.
- Del mismo modo, también se debe identificar los activos no corrientes, como el valor de los equipos, el mobiliario, los terrenos, los materiales…
- La suma total de los activos también es una información imprescindible para documentar.
- Las obligaciones bancarias, las deudas con los proveedores y acreedores, los anticipos o los impuestos por pagar, es decir, los pasivos corrientes, deben contabilizarse.
- Los créditos y los préstamos bancarios, pasivos no corrientes, deben identificarse correctamente.
- A la suma total de los activos, también debe unirse la suma de la totalidad de los pasivos.
- Un consejo básico es el cálculo del patrimonio, que es la suma del capital desembolsado y los beneficios acumulados.
- Suma el patrimonio y el pasivo total.
- El último paso de todo balance de cuentas empresarias es comparar y comprobar que el total de activos coincide con la suma de los pasivos y del patrimonio.
En la gestión de una empresa, ya sea pequeña, mediana o grande, dominar con soltura un balance anual de cuentas es fundamental. Gracias a las formaciones subvencionadas especializadas podemos adquirir estos conocimientos que serán oro para las cuentas de cualquier compañía.