¿Sabes todo lo que un curso de Word y aplicaciones informáticas de texto te puede ofrecer?
Hay herramientas que de comunes e intuitivas que resultan, no le sacamos más rendimiento que el de las tareas rutinarias que desempeñamos con ellas. Es el caso del popular procesador de texto de Microsoft, el Word.
Tal como ocurre con otra popular herramienta de Office, el Microsoft Excel, nos limitamos a las funciones básicas que ya conocemos y no profundizamos en opciones, automatismos y marcadores que nos pueden facilitar una tarea que ya calificábamos como sencilla.
Es por ello por lo que los cursos de aplicaciones informáticas de texto te pueden aportar conocimiento mucho más útil de lo que te podrías llegar a imaginar. ¿Conoces los siguientes trucos para Microsoft Word?
Algunos trucos que aprendes de un curso de Word y aplicaciones informáticas de texto
Invertir mayúsculas y minúsculas
¿Eres de los que escribe sin quitar la mirada del teclado? En este caso seguro que más de una, dos y tres veces te habrá pasado que tenías pulsado sin darte cuenta el “bloqueo mayúsculas” y has escrito toda una frase o párrafo en letras capitales o viceversa.
No hace falta que borres el texto al completo: selecciona el apartado que quieras cambiar y sobre el botón de “resaltado de color” encontrarás el botón “Aa”, en cuyo desplegable podrás seleccionar si quieres invertir tu selección, indicar todo en mayúsculas, en minúsculas, solo la primera letra de la frase o alternándolas.
Crear e insertar plantillas de texto
¿Estás siguiendo un mismo patrón de “título – subtítulo”?, ¿quieres un interlineado específico para ciertas partes del documento que insertar junto a otros estilos diferentes?
Normalmente encontrarás en el menú fijo del Word diferentes patrones que seleccionar: desde el “normal”, al “sin espacio”, “título”, “subtítulo”, etc., que te insertarán y modificarán automáticamente un estilo concreto según lo quieras usar para un fin u otro. Pero no siempre aparece el estilo concreto que queremos o queremos dar un paso más allá y diseñar el propio para todas las páginas del documento sin necesidad de ir marcando y remarcando el texto.
Para ello tenemos que ir a la opción “referencias” del menú y en el botón “tabla de contenido” (el primero de la izquierda), desplegar e indicar la opción “tabla de contenido personalizada”, que nos permite editar, guardar y usar cuando deseemos un patrón de escritura propio.
Convertir un texto en tabla
Word es bastante intuitivo a la hora de crear tablas. Con darle a la opción “insertar” del menú y pulsar sobre “tabla”, podremos introducir de una vez las columnas y filas que deseamos y personalizarlas más tarde mediante el botón secundario.
Lo que muchos no saben es que existe la opción inversa: existiendo previamente el texto, convertirlo en tabla marcándolo por completo y mediante la opción de menú Insertar -> tabla -> convertir texto en tabla. Que igualmente podremos reajustar mediante las opciones del botón secundario del ratón.
Programar el autoguardado
Me puedo creer que nunca te haya pasado lo de confundir las mayúsculas con las minúsculas del primer consejo, pero lo que sí que no me creería es que, si eres habitual usuario de Word, nunca te haya pasado que se haya cerrado el documento sin guardar cambios, ya sea por culpa nuestra o por un apagón inesperado, un reinicio no programado, etc.
Para que nunca te pase que un trabajo de horas se vaya al traste por no darle a “guardar” frecuentemente, puedes programar que el documento se autoguarde cada periodo de tiempo que desees. No tienes más que acudir al menú Archivo -> Opciones -> Guardar, y en el recuadro que nos aparecerá marcamos la casilla Guardar información de autorrecuperación.
Ya solo nos queda indicar cada cuantos minutos queremos que Word nos guarde automáticamente el documento y, desde entonces, nunca más nos tendremos que preocupar si nos olvidamos de guardar.