Enseñar a través del juego: ¿cómo gamificar el aprendizaje?

Con el paso de los años los modelos de enseñanza han cambiado y cada generación ha adoptado diferentes metodologías y herramientas para aprender; antes de la llegada de los primeros ordenadores, la búsqueda de información provenía de la propia experiencia o de los libros. Pero cuando aparecieron recursos como la Enciclopedia Encarta y posteriormente la normalización de internet, los maestros tuvieron que adaptar la pedagogía para enseñar a las nuevas generaciones y una de esas formas dio como resultado la posibilidad de aprender mediante la gamificación. Te indicamos a continuación qué es y algunas de las ventajas que tiene enseñar a través del juego:

Gamificar el aprendizaje ¿cómo funciona?

El principio básico de la técnica es el de recompensa por consecución de objetivos, de acuerdo a los puntos conseguidos, el alumno percibirá un premio definido en un comienzo; eso sí, existen reglas como en cualquier otro juego (así éste sea un método de enseñanza). El propósito de la gamificación es el de mejorar algún punto débil del “jugador”; a nivel pedagógico, la recompensa y la competición son detonadores del interés de los alumnos; ya sea hacia el juego concreto o a la actividad en la cual pueden estar presentes otros jugadores y el dinamizador.

El juego aumenta la atención de manera natural

Al subir las cantidades de dopamina en el jugador, también aumenta el nivel de atención que permitirá a los participantes de la experiencia aprender de forma natural. Se considera un modelo de enseñanza activo pues la motivación se mantiene latente durante la sesión y la implicación del alumno es mayor a la que tendría en un aula de clase común.

En el tiempo libre también se aprende

Una de las principales ventajas que tiene la gamificación es que permite el aprendizaje en el tiempo libre; el juego en la educación no deja de ser divertido y es esta también una de las razones por las cuales los niños en su mayoría, suelen retener y aprender más fácil. Se usan métodos como la repetición, memorización e investigación, en los cuales los alumnos casi sin darse se ven inmersos en un entorno de información que procesan de forma ágil.

A mayor involucración en el juego, mayor retención

Como comentábamos anteriormente, cuando el alumno se enfrenta a un método de enseñanza diferente a las lecciones de un maestro en el aula de clase, existen mayores probabilidades de que la información aprendida perdure por un período de tiempo más largo. ¿Por qué? una de las principales razones es que no existe una predisposición al momento aprender; por lo general los centros lúdicos especializados en el aprendizaje por medio del juego son todo lo contrario a un aula de clase; no está la figura del maestro, no hay lugar para pizarra y el alumno… ¡cambia su papel de estudiante por el de un jugador!

Si como maestro estás buscando aumentar la motivación en el aula, recuerda mantener el equilibrio entre el juego y su objetivo educacional; pues de nada servirá si la sesión no resulta fructífera.