Cómo prevenir accidentes y riesgos laborales
Un entorno seguro y confortable es una garantía que se debe sí o sí poder ofrecer en todo entorno laboral. Todos como trabajadores debemos no temer en ningún momento por causarnos algún daño en el ejercicio de nuestra labor, no sólo por las consecuencias, sino como forma de poder desenvolvernos con soltura y sin estrés en una rutina que día a día debemos desempeñar.
Es por ello por lo que las empresas y las campañas gubernamentales, cada vez insisten más en la importancia de la prevención de riesgos, que no deben quedar simplemente en “aparentar” o “parchear” con simples medidas la seguridad laboral, sino que deben estar apoyadas por prácticas firmes y garantizadas que impidan cualquier duda.
Para ello, no sólo se deja a manos de inspectores el criterio y la labor para decidir si un ambiente de trabajo es seguro o no, sino que por suerte, cada vez son más las empresas conscientes que facilitan el acceso al material y al conocimiento (a través de cursos) de sus trabajadores de las medidas que aseguran su estabilidad.
El riesgo laboral en números
Para entender la importancia de toda medida que se tome para prevenir riesgos y accidentes laborales, solo debemos atender a algunos de los datos que nos ofrece el informe del Ministerio de Empleo y Seguridad Social sobre accidentes de trabajo en la primera mitad de este año.
Según este informe, en el periodo de enero a julio de 2017 se han producido 340.006 accidentes que han causado baja, siendo de ellas 291.731 de carácter leve, 2.213 graves y, por desgracia, 286 con resultado mortal (18 más que el mismo periodo de 2016).
La gran mayoría de accidentes laborales se producen por sobreesfuerzo físico, choques o golpes contra objetos, contacto con materiales cortantes o punzantes y, cerrando este indeseado top, los accidentes de tráfico.
El perfil medio del accidentado es un hombre (207.267 accidentados varones frente a los 86.963 accidentados mujeres) que trabaja mayoritariamente en el sector primario y secundario (agricultura, ganadería, pesca, industria extractiva, manufacturera, suministros y construcción).
5 técnicas y consejos para prevenir riesgos y accidentes laborales
Plantilla y organigrama eficaz
La base de la seguridad en el desempeño del trabajo consiste en que cada empleado sepa desarrollar su labor a la perfección, siendo formado y capacitado para ello.
Aquellas empresas que negligentemente destinan empleados de ciertos departamentos a otros por falta de personal, potencian este tipo de accidentes producidos por el desconocimiento.
Motivación constante
Un entorno de trabajo gris y en el que los empleados se ven reducidos a “piezas de la maquinaria sin más”, produce que el trabajo se haga con desgana, mecánicamente y sin prestar atención a los pequeños detalles.
Por otra parte, no tenemos que pensar en riesgo laboral como daño físico: la depresión, el estrés y otras enfermedades causadas por estos entornos también causan riesgos y bajas.
Cursos de motivación y liderazgo, fomentar prácticas como el mindfulness, el coaching y el trabajo en equipo ayudarán a crear el ambiente óptimo.
Negación ante condiciones inseguras o estresantes
Ante una situación que pueda conllevar el mínimo peligro, mejor no realizar el trabajo y notificar el motivo a dirección para que se pueda solventar cuanto antes.
Muchos de los accidentes laborales se producen cuando creemos que estamos capacitados para afrontar ciertas situaciones que realmente nos superan o no se desarrollan en el entorno adecuado.
Conocimiento máximo de la directiva
La dirección empresarial y sus representantes departamentales deben conocer el entorno y las condiciones en las que trabaja cada empleado, así como supervisarlas cada cierto tiempo.
Los cursos de reciclaje, el mantenimiento de maquinaria, herramientas y sistemas de trabajo y el acceso a la información y cursos ofrecidos por el delegado de prevención de riesgos laborales, deben ser constantes, obligatorios y periódicos.
Descanso frecuente
Cerca de un 50% de los accidentes laborales se producen por despistes o baja atención producida por, entre otros motivos, la falta de sueño o descanso. Lo que significa que se podrían reducir a la mitad los riesgos laborales si se faculta a cada empleado que acuda a su puesto descansado y pare cuando lo vea conveniente si no se encuentra en condiciones óptimas.
Estas facilidades deben venir impuestas desde la dirección y facilitadas al máximo, ya que el temor a no resultar productivos o a incumplir en los procesos son otra de las fuentes de accidentalidad y estrés laboral.
Cursos sobre salud laboral y riesgos en el trabajo
Los cursos sobre salud laboral y accidentalidad en el trabajo son necesarios no sólo para evitar las altas cifras de siniestralidad antes indicadas, sino para poder crear un ambiente de trabajo adecuado, aumentar la productividad y reducir el rechazo, la ansiedad y el estrés ante el desempeño de una labor.
Estos cursos preparatorios tanto para quien trabaja como para quien dirige (como es el caso de los cursos destinados a la formación de delegados de prevención laboral), no se deben ver como un “trámite”, sino como una formación complementaria que nos ayude a crecer laboralmente.